viernes, 25 de julio de 2008

Sin palabras...

Es dificil expresar por escrito todo lo que sentí ayer. Pero quiero dejar huella, aunque sea através de un blog, para no olvidarlo nunca, aunque no creo que pudiera...

Cuando hace unos meses escuché que El Canto del Loco por fin venía a Cádiz, casi no podía creerlo... Y de pronto, ya es 24 de julio y me estoy levantando a las 8 30 de la mañana para coger un tren a Cádiz y luego un autobús a La Línea. La gente pensará que estamos mal de la cabeza, (5 horas de viaje) pero con tal de ver a mis niños... Y vaya si mereció la pena. Una vez alli, 7 horas más de espera para verlos, haciendo una cola que parecía interminable...

Todos aquellos que hayais ido alguna vez a verles, sabréis a que me refiero. Lo dan todo en el escenario, se vuelcan con el publico, son unos ases de la música y cantan como ángeles. Y son muy guapos tambien! =P

Y una vez que empezaron... No se puede decir con palabras. Hay que sentirlo. La mezcla de calor, cansancio, sudor, muuuchas lágrimas, emoción, nervios, euforia, una buena dosis de empujones, admiración y, por que no decirlo, telaaa de amor!!

Amor a los que estaban arriba en el escenario, a los que estaban abajo conmigo, compartiendo uno de los mejores momentos de mi vida. Amor a la niña que estaba al otro lado de mi teléfono y a la gente que me faltaba. Amor a mi madre que se lo curró tela y nos hizo el favorazo. Amor a ese que no estuvo (a pesar de habermelo prometido dos años atrás), y que nunca más estará...

Creo que por una vez en mi vida... Me dejaron completamente embobada y también agredecida a la vida. Una experiencia que no olvidaré jamás...


(8)como si hubieramos ganado por habernos conocido... quiero volverte a veeeer...(8)


BeZiLLoS FRoM cRi^^

lunes, 14 de julio de 2008

En fin...

Parece que después de todo...no estuvo tan mal! La gente estaba contenta y yo...

Yo por poco no me desmayo, pero se que soy mu exagerada... Menos mal que Caro...

Caro me dio más de una sorpresa ayer, supongo que la vida vuelve a su cauce, aunque se que no tardará en desbordarse...

Desbordada si que estoy yo con tanta tontería junta... Lo llego a saber y no viene!!

No viene, y lo que me habría perdido! Conocer gente siempre es bueno, pero en circunstancias asi...

En circunstancias asi, me cojo un tren y me voi pa la feria de San Fernando, que pa eso me estarán esperando mis niñas!^^

Mis niñas si que se portaron el sábado!! Qué ilusión más grandeee! Atravesé mi tunel como una campeonaa xD!! =D


*Siempre quise escribir frases que empezaran igual que acabó la anterior, así que llegó el momentazo de mi blog!! xDD

BeZiLLoS FRoM cRi!

martes, 8 de julio de 2008

El final del tunel...

A veces pasa que una se ilusiona más de la cuenta con algo. Preparas, planeas, previenes, organizas y das mil vueltas para que todo salga a pedir de boca.

No todo el mundo comparte tu ilusión en el mismo grado. Eso es obvio. Pero quizás no es muy lógico que todos aquellos en los que confias, te dejen plantada a la primera de cambio. Parece que por fin va todo sobre ruedas, que has conseguido captar el interés de la gente y de pronto te encuentras mirando una lista de 15 nombre y dándote unos figurados cabezazos contra las paredes que amenazan seriamente con volverse reales.

¿Qué hacer entonces? ¿Qué demuestra más valor? ¿Retirarse a tiempo, sabiendo aceptar la derrota? ¿O quizás seguir adelante a pesar de todo? Cuando tienes un tunel delante, lo mejor es tener un poco de luz. Una vez que veas como es la senda, sabrás la mejor forma de atravesarla.

¿Pero que pasa cuando no hay luz? ¿Qué pasa si tu compañero está tan a ciegas como tú y ninguno es capaz de decidir como atravesar el tunel?

Quizás debería dar la vuelta , ahora que aún estoy a tiempo. Puedo hablar con la gente que aguarda espectante para ver los resultados. "No ha sido una buena idea todo esto, prefiero quedarme a este lado. En la taquilla les devolverán el dinero de su entrada!". Sería fácil, sin duda. Pero tampoco supondría tanto esfuerzo pasar rapidito, sin pararse mucho a pensar que se está haciendo. Todos contentos y aquí no ha pasado nada...!

Estoy un poco perdida y cada día que pasa estoy irremediablemente más cerca del tunel. Al menos no estaré sola...

Mi tunel se llama sábado 12 de julio y no tengo la menor idea de como atravesarlo.


BeZiLLoS FRoM cRi!

martes, 1 de julio de 2008

El tanque de agua (El cuento que te prometí...)

Érase una vez un niño muy guapo que se llamaba Antonio. Era un poco alto para su edad y tenía rizos rubios y ojos color miel. Vivía en un pequeño pueblo cuyo mayor atractivo eran unas casitas rurales muy monas. Sus padres le querían mucho y tenía innumerables amigos en el colegio y en la vecindad.

Un día, llegó una niña nueva, que se llamaba Sara. Era algo bajita, muy delgadita y tenía unos ojos de un brillante color verde agua. Congenió pronto con Antonio y se hicieron muy buenos amigos. Hasta el punto de que Antonio decidió confiar en ella para un asunto que le preocupaba bastante.

Resultaba que hacía un tiempo, un hada había visto la bondad de Antonio y le había regalado un tanque enorme lleno de agua. Le dijo que aquel tanque no tenía fin y que por más agua que sacara de él, nunca se le agotaría. Pasaron unos días y el niño no sabía que hacer con aquel regalo tan especial. Pero se dio cuenta de que no podía guardar tanta agua allí y no utilizarla, así que decidió guardar el tanque en casa de Sara, para que también ella pudiera disfrutar del agua. Todos pensaron que era una gran idea y desde aquel día, Antonio guardaba su agua en casa de Sara. Así pasaron dos años enteros estupendos, pues disponían de mucha agua para compartir, por lo que disfrutaron de muchos días felices y grandes aventuras juntos.

Pero por aquellos días había una gran sequía en el pueblo y un día el niño que salió a dar un paseo, se dio cuenta de que todos los jardines vecinos lucían una hierba seca y las cosechas eran casi inexistentes. Y se puso a pensar. ¿Qué pasaría si diera parte de su agua a otras personas del pueblo? Al fin y al cabo era un poco injusto que solo Sara pudiera disfrutar de ella. Así que habló con ella y le dijo que quería dar un poco de su agua para que llegara poco a poco a todas las casas vecinas; así todos podrían ser un poco más felices y él se sentiría mejor consigo mismo.

Entonces, Sara le dijo: “Pero, entonces… ¿Ya no podré disponer de toda el agua para mi solita? No es que me parezca mal que quieras ayudar a otras personas, pero me gusta que sea solo nuestra”. Pero Antonio estaba ya decidido y le hizo un agujerito al tanque. El agua empezó a salir poquito a poquito y trazó un caminito que fue pasando de casa en casa, regando cada una. En ese momento, Sara empezó a llorar porque se sintió muy triste de que Antonio ya no tuviera agua para ella sola.

El niño se arrepintió de pronto al verla tan triste y puso un dedito para tapar el agujero. Pasó así algunas horas y se sentía muy mal porque realmente quería dejar que el agua fluyera. Pero Sara le miraba con ojos suplicantes. “Sara, ¿entiendes que tarde o temprano tendré que quitar el dedo y mi agua llegará de nuevo a todas las personas? Me encantaría que fuera toda para ti, pero siento que tengo que compartir con los demás. Me duele mucho el dedito y no se cuanto tiempo aguantará de nuevo toda esta agua solo para ti”.

“Puedo traerte un taponcito para que no tengas que estar siempre ahí. Nos podremos ir a disfrutar de nuestra agua y quedará contenida en tu tanque”. Pero Antonio le respondió: “yo he decidido compartir y yo decidí dejar de hacerlo, así que tendré mi dedo aquí mientas que pienso qué es lo mejor para todos”. Pasó una noche entera allí el niño, mientras que Sara intentaba que transcurriera lo mejor posible. Le llevaba comida para que no tuviera hambre y mantas para que no tuviera hambre.

Pero al día siguiente, llamó a Sara y le dijo: “Sabes que no puedo permanecer así para siempre; me duele el dedito de aguantar tanta agua y necesito compartirla con más personas. ¡No me parece justo que sea toda para ti! No espero que lo entiendas ahora, ni tampoco mañana, ni quizás dentro de un mes. Pero verás como al final acabas dándote cuenta de que es lo mejor. Además, somos amigos, ¿no? Eso será suficiente para ser felices. Confía en mí".

Entonces, Antonio quitó el dedo del agujero y el agua comenzó a salir a borbotones. Formó un pequeño riachuelo, camino de los jardines de todo el pueblito.

“Voy a seguir el caminito de agua a ver hasta donde me lleva. No me esperes despierta; puede que tarde un poco en llegar, pero cuando lo haga, te prometo que te contaré todas las aventuras que viví más allá de tu jardín. Te quiero, y espero que tú a mi. ¡Hasta pronto, Sara!”