Las personas cambian.
Los hechos, las circunstancias, los anhelos, las tristezas, las alegrías... Todo cambia.
Las personas cambian.
Ninguno estamos preparados para una vida monótona. Rechazamos las cosas cíclicas, que se repiten día tras día sin más. La rutina. Buscamos la novedad, la sorpresa, lo extraordinario. Buscamos el cambio.
Con más ganas, con menos ganas, con más suerte o con menos suerte. Pero lo cierto es que tiene que ser así.
Es lógico que algunos lo encajen mejor y otros peor. Que algunos consigan que el cambio no afecte negativamente a los demás y que otros no puedan evitarlo.
¿Quiénes somos nosotros para juzgar el cambio en la vida de los demás? ¿No deberíamos tratar de entenderlo y alegrarnos? No es tan fácil, claro.
De eso se trata... De no buscar la recriminación. No hay más.
Nunca pensé que un kinder bueno pudiera saber tan amargo...
domingo, 20 de diciembre de 2009
martes, 7 de julio de 2009
Ojjj!!!!
Puta mierda todo...
Paso de tus malditas paranoyas, de tus gritos, de tus malas caras, de que me reproches todo lo que hago y todo lo que digo. Paso de que me trates mal y te permitas el lujo de echarme la culpa. Paso de calentarme la cabeza por ti y paso también de eso. Solo por joder...
Paso del carnet y paso del curso. Paso de las indecisas y del ahora si-ahora no. Paso de todo porque nada me importa ya. Nada me apetece más que otra cosa, ni nada me apetece menos. No se ni para qué escribo... Quizás es solo para no caer en la tentación de hacer algo peor...
Dejadme en paz. Estoy harta de tener que estar pendiente de todo. De que cada favor que tengo que pedir sea solo otra puta cosa más que añadir en la lista de cosas que luego me echarán en cara. Ojalá pudiera depender solo de mi misma, bastarme conmigo. Pero que lástima, soy humana...
Solo quiero correr y correr y correr y no mirar atrás... Y si puede ser de tu mano, mejor que mejor...
Paso de tus malditas paranoyas, de tus gritos, de tus malas caras, de que me reproches todo lo que hago y todo lo que digo. Paso de que me trates mal y te permitas el lujo de echarme la culpa. Paso de calentarme la cabeza por ti y paso también de eso. Solo por joder...
Paso del carnet y paso del curso. Paso de las indecisas y del ahora si-ahora no. Paso de todo porque nada me importa ya. Nada me apetece más que otra cosa, ni nada me apetece menos. No se ni para qué escribo... Quizás es solo para no caer en la tentación de hacer algo peor...
Dejadme en paz. Estoy harta de tener que estar pendiente de todo. De que cada favor que tengo que pedir sea solo otra puta cosa más que añadir en la lista de cosas que luego me echarán en cara. Ojalá pudiera depender solo de mi misma, bastarme conmigo. Pero que lástima, soy humana...
Solo quiero correr y correr y correr y no mirar atrás... Y si puede ser de tu mano, mejor que mejor...
lunes, 22 de junio de 2009
Aromas de Medina. 18 de octubre de 2008
CAPÍTULO 4. EL DE MEDINA A LA LUZ DEL SOL Y LA JUERGA FLAMENCA.
Me levanté después que todas, cuando Elena ya se había ido, y me comí un par de croisan con Nocilla, tan inocente yo, sin acordarme de nada hasta que me lo tuvieron que sacar a la luz... Encima de la mesa estaban los collages que había hecho Cristy. Eran bien bonitos y encima ¡había uno para cada una! Se lo curró la tía. Nos hizo más ilu... Cada una con su fotito propia en el centro.
Después de un ratito, nos vestimos porque habíamos quedado con Pepe y con Francis para comer. Tomamos unas tapitas en un bar de la plaza y luego llegó Isabel con sus papis. Llevaba un gorrito precioso y tenía carita de sueño. Estaba muy guapa y muy crecida desde la última vez que la vimos.
Después, fuimos al sitio donde trabajaba Nando para tomar un café. Pero había demasiada gente y los asidonenses decidieron llevarnos a un lugar llamado “Aromas de Medina”. Marta y yo en el coche con Pepe y Ana y las demás en el coche de la ola de Francis... ¡Que no corría na ni na! Las pobres niñas así llegaron...
El sitio era una preciosidad. Tenía cada adorno cuidado al detalle. Una decoración y disposición muy lindas y armónicas. Mely compró dulces típicos para su madre y su suegra y los niños invitaron al cafelito de la tarde.
Después de eso, volvimos para descansar un ratito antes de coger el autobús de vuelta. Los niños se quedaron abajo viendo el futbol y las niñas nos subimos... ¡para liarla, como no! Nos tiramos todas en el sofá cama y venga a movernos de un lado para otro. Y sobre todo, Cristy, que cuando menos nos lo esperábamos, pegaba un salto y caía encima de nosotras (vale, más bien encima de Marta y su hueso “ Romario”). Acabamos cantando mil canciones, incluidas las de Lengua Inglesa y hasta el “probe Migué”. Y claro, todo acompañado de palmas y de baile; si no, ¡no hubiera sido igual! Cuando nos fuimos para abajo, los niños nos estaban mirando con unas caritas...
- ¡Menos mal que estábais cansadas y queríais descansar un ratito! – nos dijo Pepe, riéndose por todo el escándalo que habíamos formado.
Nos llevaron hasta la estación de autobuses y la salida inminente del nuestro ponía fin a la diversión. Nos despedimos de Anita con mucha pena: aunque lo habíamos pasado tan bien, ¡nos quedaban aún más ganas de estar juntas! Pero habían sido 24 horas muy intensas. No nos podemos quejar, porque salió todo mucho más perfecto de lo que podíamos haber imaginado nunca. Tantos planes, tantos sueños, tantas ilusiones y qué rápido se pasó todo.
Menos mal que nos queda mucho tiempo por delante. Podemos idear mil días más para estar juntas, aquí y allí, pero siempre con la magia Atommy que nos acompaña a cada paso que damos. Estemos juntas o separadas. Estemos más cerca o más lejos. Con esa esencia que llevamos tan dentro cada una de nosotras y que planea quedarse para siempre...
Hasta aquí mis "memorias" sobre las aventuras en el cumple de Anita. Espero que les haya gustado, señoritas de mi alma y mi corazón.
Os quiero, ATOMMYS!!!!!!!!
Me levanté después que todas, cuando Elena ya se había ido, y me comí un par de croisan con Nocilla, tan inocente yo, sin acordarme de nada hasta que me lo tuvieron que sacar a la luz... Encima de la mesa estaban los collages que había hecho Cristy. Eran bien bonitos y encima ¡había uno para cada una! Se lo curró la tía. Nos hizo más ilu... Cada una con su fotito propia en el centro.
Después de un ratito, nos vestimos porque habíamos quedado con Pepe y con Francis para comer. Tomamos unas tapitas en un bar de la plaza y luego llegó Isabel con sus papis. Llevaba un gorrito precioso y tenía carita de sueño. Estaba muy guapa y muy crecida desde la última vez que la vimos.
Después, fuimos al sitio donde trabajaba Nando para tomar un café. Pero había demasiada gente y los asidonenses decidieron llevarnos a un lugar llamado “Aromas de Medina”. Marta y yo en el coche con Pepe y Ana y las demás en el coche de la ola de Francis... ¡Que no corría na ni na! Las pobres niñas así llegaron...
El sitio era una preciosidad. Tenía cada adorno cuidado al detalle. Una decoración y disposición muy lindas y armónicas. Mely compró dulces típicos para su madre y su suegra y los niños invitaron al cafelito de la tarde.
Después de eso, volvimos para descansar un ratito antes de coger el autobús de vuelta. Los niños se quedaron abajo viendo el futbol y las niñas nos subimos... ¡para liarla, como no! Nos tiramos todas en el sofá cama y venga a movernos de un lado para otro. Y sobre todo, Cristy, que cuando menos nos lo esperábamos, pegaba un salto y caía encima de nosotras (vale, más bien encima de Marta y su hueso “ Romario”). Acabamos cantando mil canciones, incluidas las de Lengua Inglesa y hasta el “probe Migué”. Y claro, todo acompañado de palmas y de baile; si no, ¡no hubiera sido igual! Cuando nos fuimos para abajo, los niños nos estaban mirando con unas caritas...
- ¡Menos mal que estábais cansadas y queríais descansar un ratito! – nos dijo Pepe, riéndose por todo el escándalo que habíamos formado.
Nos llevaron hasta la estación de autobuses y la salida inminente del nuestro ponía fin a la diversión. Nos despedimos de Anita con mucha pena: aunque lo habíamos pasado tan bien, ¡nos quedaban aún más ganas de estar juntas! Pero habían sido 24 horas muy intensas. No nos podemos quejar, porque salió todo mucho más perfecto de lo que podíamos haber imaginado nunca. Tantos planes, tantos sueños, tantas ilusiones y qué rápido se pasó todo.
Menos mal que nos queda mucho tiempo por delante. Podemos idear mil días más para estar juntas, aquí y allí, pero siempre con la magia Atommy que nos acompaña a cada paso que damos. Estemos juntas o separadas. Estemos más cerca o más lejos. Con esa esencia que llevamos tan dentro cada una de nosotras y que planea quedarse para siempre...
Hasta aquí mis "memorias" sobre las aventuras en el cumple de Anita. Espero que les haya gustado, señoritas de mi alma y mi corazón.
Os quiero, ATOMMYS!!!!!!!!
sábado, 20 de junio de 2009
Aromas de Medina. 18 de octubre de 2008
Capítulo 3. EL DE LA NOCHE DE FIESTA.
La casa, de la cuñada de Ana, era una preciosidad. Tenía una piscina en la entrada y estaba todavía a medio amueblar; pero aún así era bastante acogedora. Ana nos dijo que subiéramos las cosas arriba y nos cambiáramos para la fiesta. Nos vestimos y pintamos y estuvimos dispuestas para irnos. La sola idea de volvernos a meter en el coche nos hizo reír. Pero allá que nos volvimos a acoplar de esa forma inexplicable que solo nosotras conocíamos.
En casa de Pepe, después de saludar a la familia, nos dirigimos a la zona de la piscina. ¡Qué cambio desde el verano! Ahora no había tumbonas y toallas por todos lados... El cuartito tenía ya puestas las mesas, los manteles y demás. Y allí que subimos con “los zapatos” siempre con nosotras. Los metimos en la neverita y ¡Cristy por poco se mata del bote que pegó cuando Ana comenzó a abrir la nevera en un descuido nuestro! Llegaron unos amigos de ellos y comenzaron con la barbacoa. Elena nos contó mil y una historias de su nueva vida en Sevilla. Sonaba bastante bien, si excluimos las novatadas a los pobres principiantes.
Me salí con la parejita para una sesión de fotos improvisada, mientras los demás preparaban la tarta, las velas... Era realmente preciosa. De chocolate blanco y llena de lacasitos por todos lados (faltaban algunos que se había ido comiendo Francis...). Adornada con una figurita de la Sirenita, que tanto le gustaba a Ana. Un 22 en el centro y 19 velas alrededor. Todo oscuro cuando entraron los dos. La cara de Ana me hizo comprender que todas las pesquisas del viaje habían merecido la pena. Cantamos el cumpleaños feliz y soplaron juntos. Se les veía tan felices...
Luego, los regalos. A nuestra niña le encantó el pijamita y parecía que le quedaba bastante bien (menos mal). La cara que pusieron cuando abrieron los dados... ¡no tiene precio! Nos miraban, mitad divertidos, mitad avergonzados. Después de aquello, nos tomamos la primera copa de la noche y luego nos fuimos de botellona, esta vez a pie.
El Caminillo estaba lleno de gente. Es el sitio de reunión habitual para beber, charlar y todo lo que conlleve el sábado noche. Me encantó el detalle de los baños. Ya podrían aprender en otros sitios...
Nos acompañaron Francis y Nando, además de Pepe, y nos hartamos de contar chistes... Me imaginaba que si alguien nos estaba mirando, le daríamos una total sensación de felicidad, paz, armonía, vitalidad... Me gusta pensar que damos esa imagen despreocupada cuando estamos juntas.
Pillamos un banco y nos sentamos para seguir con nuestras “tonterías”. Jugamos al “yo nunca he...” y también al “capitán hook”. Nos reíamos por cualquier ocurrencia de alguna, pero quizás también tuvo algo que ver el puntito que teníamos ya encima... Llegaron más tarde el Purri y el Juaki y hasta se acordaban de las que habíamos estado allí en verano. Un lindo detalle.
Después de un rato, nos fuimos a un pub que se llamaba “Vinilo”. Y venga baile y más baile. Y venga niños y más niños... Que por cierto, ¡vimos también al Maca! ¡Quien más y quién menos ligó esa noche y todo! Yo tengo un poco de cacao mental entre pantalones blancos y camisas abiertas... La vuelta: a pie, por esas cuestas que tiene Medina... ¡Menos mal que no estaba demasiado lejos!
Al llegar, me faltó tiempo para ponerme el pijama y meterme en la cama. Por más que esta gente me decían que me quedara, no podía con mi cuerpo, ¡que eran las 6 30 de la mañana! Ellas se quedaron hablando un rato más. Ojalá pudiera omitir esta parte, pero me temo que les afectó demasiado como para pasarlo por alto. Y es que resulta que después de un rato me levanté de la cama bruscamente, cogí mi almohada y me metí en la cama del otro cuarto. Por el camino fui gritándoles a las niñas porque no me habían dejado dormir e incluso empujé a Cristy y le grité a Ana. Lo peor del caso es ¡que no me acuerdo de eso! Yo creo que estaba medio sonámbula, porque Cristy dice que tenía los ojos cerrados, aunque si que me acuerdo de encender el móvil y mirar la hora (las 8’30). ¡Qué vergüenza madre! Menos mal que me perdonaron, porque vamos...
La casa, de la cuñada de Ana, era una preciosidad. Tenía una piscina en la entrada y estaba todavía a medio amueblar; pero aún así era bastante acogedora. Ana nos dijo que subiéramos las cosas arriba y nos cambiáramos para la fiesta. Nos vestimos y pintamos y estuvimos dispuestas para irnos. La sola idea de volvernos a meter en el coche nos hizo reír. Pero allá que nos volvimos a acoplar de esa forma inexplicable que solo nosotras conocíamos.
En casa de Pepe, después de saludar a la familia, nos dirigimos a la zona de la piscina. ¡Qué cambio desde el verano! Ahora no había tumbonas y toallas por todos lados... El cuartito tenía ya puestas las mesas, los manteles y demás. Y allí que subimos con “los zapatos” siempre con nosotras. Los metimos en la neverita y ¡Cristy por poco se mata del bote que pegó cuando Ana comenzó a abrir la nevera en un descuido nuestro! Llegaron unos amigos de ellos y comenzaron con la barbacoa. Elena nos contó mil y una historias de su nueva vida en Sevilla. Sonaba bastante bien, si excluimos las novatadas a los pobres principiantes.
Me salí con la parejita para una sesión de fotos improvisada, mientras los demás preparaban la tarta, las velas... Era realmente preciosa. De chocolate blanco y llena de lacasitos por todos lados (faltaban algunos que se había ido comiendo Francis...). Adornada con una figurita de la Sirenita, que tanto le gustaba a Ana. Un 22 en el centro y 19 velas alrededor. Todo oscuro cuando entraron los dos. La cara de Ana me hizo comprender que todas las pesquisas del viaje habían merecido la pena. Cantamos el cumpleaños feliz y soplaron juntos. Se les veía tan felices...
Luego, los regalos. A nuestra niña le encantó el pijamita y parecía que le quedaba bastante bien (menos mal). La cara que pusieron cuando abrieron los dados... ¡no tiene precio! Nos miraban, mitad divertidos, mitad avergonzados. Después de aquello, nos tomamos la primera copa de la noche y luego nos fuimos de botellona, esta vez a pie.
El Caminillo estaba lleno de gente. Es el sitio de reunión habitual para beber, charlar y todo lo que conlleve el sábado noche. Me encantó el detalle de los baños. Ya podrían aprender en otros sitios...
Nos acompañaron Francis y Nando, además de Pepe, y nos hartamos de contar chistes... Me imaginaba que si alguien nos estaba mirando, le daríamos una total sensación de felicidad, paz, armonía, vitalidad... Me gusta pensar que damos esa imagen despreocupada cuando estamos juntas.
Pillamos un banco y nos sentamos para seguir con nuestras “tonterías”. Jugamos al “yo nunca he...” y también al “capitán hook”. Nos reíamos por cualquier ocurrencia de alguna, pero quizás también tuvo algo que ver el puntito que teníamos ya encima... Llegaron más tarde el Purri y el Juaki y hasta se acordaban de las que habíamos estado allí en verano. Un lindo detalle.
Después de un rato, nos fuimos a un pub que se llamaba “Vinilo”. Y venga baile y más baile. Y venga niños y más niños... Que por cierto, ¡vimos también al Maca! ¡Quien más y quién menos ligó esa noche y todo! Yo tengo un poco de cacao mental entre pantalones blancos y camisas abiertas... La vuelta: a pie, por esas cuestas que tiene Medina... ¡Menos mal que no estaba demasiado lejos!
Al llegar, me faltó tiempo para ponerme el pijama y meterme en la cama. Por más que esta gente me decían que me quedara, no podía con mi cuerpo, ¡que eran las 6 30 de la mañana! Ellas se quedaron hablando un rato más. Ojalá pudiera omitir esta parte, pero me temo que les afectó demasiado como para pasarlo por alto. Y es que resulta que después de un rato me levanté de la cama bruscamente, cogí mi almohada y me metí en la cama del otro cuarto. Por el camino fui gritándoles a las niñas porque no me habían dejado dormir e incluso empujé a Cristy y le grité a Ana. Lo peor del caso es ¡que no me acuerdo de eso! Yo creo que estaba medio sonámbula, porque Cristy dice que tenía los ojos cerrados, aunque si que me acuerdo de encender el móvil y mirar la hora (las 8’30). ¡Qué vergüenza madre! Menos mal que me perdonaron, porque vamos...
viernes, 19 de junio de 2009
Aromas de Medina. 18 de octubre de 2008
Capítulo 2. EL DE LAS NIÑAS APRETADAS Y LOS ENCUENTROS IMPOSIBLES.
Nos bajamos en la Plaza del Ayuntamiento de Medina. Ana, para seguir con nuestras aventuras, se encontraba en la otra punta del pueblo. Mientras la esperábamos en un banco, empezaron a caer algunas gotas. Nos tuvimos que apañar con un piragüitas para emergencias que llevaba Mely. No podíamos parecer más turistas, allí, refugiándonos de la lluvia como podíamos y con mil bártulos alrededor. Quizás nos faltaran las chanclas con calcetines para terminar el conjunto... Pero nos compensó un inmenso arcoiris que se dejó ver enseguida en el cielo de Medina.
- ¡Guapaaa, morenaaa!
Nos giramos bruscamente hacia el coche del que salieron aquellos gritos. Ver a Ana allí fue como una bendición. Venía con Pepe y con Cristy, que había llegado hacía rato. Se me encogió el corazón cuando no vi a Elena.
Pero para nuestra gran sorpresa, Ana nos contó que Elena (de forma inexplicable) había perdido el autobús y su padre la había traído en coche (¡benditos padres que nos sacan de apuros!). Encima de todo, éstos habían estado persiguiendo un coche por toda Medina porque en él iba una chica que se parecía a Elena. Pero cuando la muchacha se dio la vuelta y vieron que no era... ¡Hasta luces le habían hecho por ver si era ella! Sin embargo, Elena estaba ya cerca de casa de Pepe, al lado de la Iglesia. Ese pobre se tuvo que ir andando porque no cabíamos ya en el coche. Marta y Cristy se quedaron en la plaza por lo mismo y Ana, Susi, Mely y yo fuimos a por Elena.
Cuándo llegamos, no había nadie. Casi no lo podíamos creer, pero era de esperar, si teníamos en cuenta como estaba yendo el diíta. Entonces llamó Elena. Se había encontrado a Pepe por el camino y venían hacia allí los dos. Ver a Elena allí fue como un chute de alegría en vena para todas. Y de pronto, parecía como si no hubiera pasado el tiempo, como si nunca se hubiera ido, como si no nos hubiéramos separado. Y otra vez esa emoción en forma de ganas de llorar...
Ana condujo hasta el Mercadona y dejó allí a Susi y Mely para volver a la plaza con Elena y conmigo y recoger a Marta y Cristy, que debían empezar a impacientarse. Nos llevó también a nosotras hasta el supermercado. Nos quedamos comprando el desayuno para el día siguiente mientras ella iba a visitar a su tía.
Y allí comenzó la discusión. ¿Pepe cumplía 22 o 23? Porque sabíamos que Ana cumplía los 19, pero queríamos llevar velas para los dos. Al final decidimos que 22 y, si no, ya veríamos. Cuando terminamos de comprar, la tarta que había hecho Susi nos esperaba en la consigna del Mercadona. ¡Y vaya la que dimos con la tarta! Delante de Ana, nos referíamos al paquete que la contenía como “los zapatos”, como si por este simple hecho pudiéramos engañar a Anita... Pero tampoco había que decir abiertamente que era una tarta, ¿no?
Y entonces si que nos reímos... Un solo coche. 7 chicas. Algunas bolsas. Un par de maletas y bolsos. Muchas ganas de cachondeo. Mezcla todo eso y probablemente, tendrás algo parecido a lo que liamos entonces. Ana conducía, por supuesto. Yo de copiloto, con una maleta de viaje sobre la que coloqué como pude las piernas hasta que dieron con el parabrisas; encima mío, “los zapatos”. Detrás, 5 criaturas, el resto de maletas y las bolsas de la compra. Cómo se metieron allí es algo que no sabremos jamás. Cómo llegamos a la casa, aún menos. Desde luego, era el coche más rajado de Medina. Sirva para ilustrar esta anécdota el hecho de que tuvimos que bajarnos para que la pobre conductora pudiese aparcar, porque se le iba el coche...
Nos bajamos en la Plaza del Ayuntamiento de Medina. Ana, para seguir con nuestras aventuras, se encontraba en la otra punta del pueblo. Mientras la esperábamos en un banco, empezaron a caer algunas gotas. Nos tuvimos que apañar con un piragüitas para emergencias que llevaba Mely. No podíamos parecer más turistas, allí, refugiándonos de la lluvia como podíamos y con mil bártulos alrededor. Quizás nos faltaran las chanclas con calcetines para terminar el conjunto... Pero nos compensó un inmenso arcoiris que se dejó ver enseguida en el cielo de Medina.
- ¡Guapaaa, morenaaa!
Nos giramos bruscamente hacia el coche del que salieron aquellos gritos. Ver a Ana allí fue como una bendición. Venía con Pepe y con Cristy, que había llegado hacía rato. Se me encogió el corazón cuando no vi a Elena.
Pero para nuestra gran sorpresa, Ana nos contó que Elena (de forma inexplicable) había perdido el autobús y su padre la había traído en coche (¡benditos padres que nos sacan de apuros!). Encima de todo, éstos habían estado persiguiendo un coche por toda Medina porque en él iba una chica que se parecía a Elena. Pero cuando la muchacha se dio la vuelta y vieron que no era... ¡Hasta luces le habían hecho por ver si era ella! Sin embargo, Elena estaba ya cerca de casa de Pepe, al lado de la Iglesia. Ese pobre se tuvo que ir andando porque no cabíamos ya en el coche. Marta y Cristy se quedaron en la plaza por lo mismo y Ana, Susi, Mely y yo fuimos a por Elena.
Cuándo llegamos, no había nadie. Casi no lo podíamos creer, pero era de esperar, si teníamos en cuenta como estaba yendo el diíta. Entonces llamó Elena. Se había encontrado a Pepe por el camino y venían hacia allí los dos. Ver a Elena allí fue como un chute de alegría en vena para todas. Y de pronto, parecía como si no hubiera pasado el tiempo, como si nunca se hubiera ido, como si no nos hubiéramos separado. Y otra vez esa emoción en forma de ganas de llorar...
Ana condujo hasta el Mercadona y dejó allí a Susi y Mely para volver a la plaza con Elena y conmigo y recoger a Marta y Cristy, que debían empezar a impacientarse. Nos llevó también a nosotras hasta el supermercado. Nos quedamos comprando el desayuno para el día siguiente mientras ella iba a visitar a su tía.
Y allí comenzó la discusión. ¿Pepe cumplía 22 o 23? Porque sabíamos que Ana cumplía los 19, pero queríamos llevar velas para los dos. Al final decidimos que 22 y, si no, ya veríamos. Cuando terminamos de comprar, la tarta que había hecho Susi nos esperaba en la consigna del Mercadona. ¡Y vaya la que dimos con la tarta! Delante de Ana, nos referíamos al paquete que la contenía como “los zapatos”, como si por este simple hecho pudiéramos engañar a Anita... Pero tampoco había que decir abiertamente que era una tarta, ¿no?
Y entonces si que nos reímos... Un solo coche. 7 chicas. Algunas bolsas. Un par de maletas y bolsos. Muchas ganas de cachondeo. Mezcla todo eso y probablemente, tendrás algo parecido a lo que liamos entonces. Ana conducía, por supuesto. Yo de copiloto, con una maleta de viaje sobre la que coloqué como pude las piernas hasta que dieron con el parabrisas; encima mío, “los zapatos”. Detrás, 5 criaturas, el resto de maletas y las bolsas de la compra. Cómo se metieron allí es algo que no sabremos jamás. Cómo llegamos a la casa, aún menos. Desde luego, era el coche más rajado de Medina. Sirva para ilustrar esta anécdota el hecho de que tuvimos que bajarnos para que la pobre conductora pudiese aparcar, porque se le iba el coche...
lunes, 15 de junio de 2009
Aromas de Medina. 18 de octubre de 2008
Capítulo 1. EL DE LAS LLAMADAS DE TELÉFONO
- Disculpe, una pregunta. ¿Cuánto me puede salir más o menos la carrera de aquí a la estación?
- Pues la carrera mínima son 4 euros, señorita. Será más o menos eso. - El taxista me miró por encima de sus gafas, casi analizándome.
Sentada en el taxi iba pensando en lo que nos esperaba por delante. Llevábamos ya algunos días hablando del cumple de Ana. Que si nos vamos a Medina, que si no nos vamos, que si han dado lluvia, que si era broma...
Y ahora, de pronto, estaba camino de la estación para coger un tren a San Fernando, primera etapa del viaje. El trayecto en tren, como siempre pasa cuando uno va solo, fue un tanto aburrido. Al bajarme y subir a la estación de BahíaSur, Susi esperándome. Me dio por pensar que las Atommys éramos como piezas de un mismo puzzle dispersas por la provincia... Y nos estábamos reuniendo poco a poco.
Susi se había cortado el pelo y lo tenía realmente bonito. Su padre nos esperaba abajo. Nos llevó hasta la parada del autobús, donde ya nos esperaban Marta y Mely. Y me embargó la emoción. ¡Con razón me he ganado el apodo de llorona! Teníamos todas los ojos brillantes de expectación. Tras unos minutos esperando el autobús que habría de conducirnos hasta Medina, empezamos a inquietarnos al ver que no llegaba.
- Mmm... Yo creo que no es aquí, tía. Y mira que el hombre ese al que le pregunté me dijo que sí. Le voy a preguntar a ese otro que está ahí, por si acaso. - Mely se dirigió hacia donde apuntaba su barbilla.
Cuando el hombre dijo que habían cambiado los recorridos y que el bus ya no paraba allí, se nos cambió la cara. Comenzamos una carrera desordenada hacia la feria, (donde paraba el bus realmente), a tan solo 5 minutos de allí corriendo, pero a sabiendas de que ya había pasado la hora del autobús. Efectivamente, cuando llegamos... ¡no había rastro alguno de vida siquiera!
Ese fue el momento justo en que llamó Elena.
Estaba en la parada de Chiclana, por donde pasaría nuestro mismo autobús. Casi pudimos su expresión asombrada a través del teléfono cuando le dijimos que habíamos perdido el autobús. Dijo que lo cogería allí igualmente y cuando llegara a Medina, pensaría con Ana qué podíamos hacer.
Barajamos nuestras opciones. No había más autobuses hasta el día siguiente. ¿Un taxi? Demasiado caro. ¿Andando? Se trataba de llegar este mes. ¿Llamar a Cristy para que JoseAurelio nos metiera a las cuatro en la parte trasera de su coche? Un pelín... ¡ilegal! Pero... ¿para qué se han hecho las relgas? ¡Para romperlas, claro! Eso mismo debió de pensar el padre de Susi cuando ella lo llamó y dijo que venía a recogernos con la madre para llevarnos a Medina.
Y justo entonces llamó Ana.
- ¡Ni se te ocurra decirle que hemos perdido el bus, por Dios! - pensé que sería más acertado contarle la historia mejor cuando hubiéramos llegado.
Le dijimos con voz bastante convincente que estábamos en la parada del autobús (que al fin y al cabo era verdad) y que seguíamos esperando (no al bus como ella pensaba, pero tampoco era mentir).
Justo después de colgar ella, llamó Cristy.
- ¡Tía! ¡¿Dónde estáis?! ¡Que Elena no se ha montado en Chiclana y voy yo sola en el autobús!
Decir que nos echamos a reir era quedarse corto. No podíamos parar. Pensábamos que JoseAurelio la llevaría y ahora resulta que iba sola en el autobús que nosotras debíamos haber cogido en San Fernando y Elena en Chiclana. Lo de Elena si que no teía explicación. ¡Si nos había dicho que estaba en la parada ya!
Empezaron a correr las apuestas sobre qué puñetas habría hecho Elena para no coger el autobús. Éramos partidarias de que Cristy nos estuviera mintiendo y Elena fuera con ella. Una bromita de ese calibre sería tan propio de ellas... Pero... ¿y si se había arrepentido y no venía? Parecía muy poco probable. Si sabía lo que le convenía, no le haría eso a Ana. No es bueno retar a la furia de Medina...
- Disculpe, una pregunta. ¿Cuánto me puede salir más o menos la carrera de aquí a la estación?
- Pues la carrera mínima son 4 euros, señorita. Será más o menos eso. - El taxista me miró por encima de sus gafas, casi analizándome.
Sentada en el taxi iba pensando en lo que nos esperaba por delante. Llevábamos ya algunos días hablando del cumple de Ana. Que si nos vamos a Medina, que si no nos vamos, que si han dado lluvia, que si era broma...
Y ahora, de pronto, estaba camino de la estación para coger un tren a San Fernando, primera etapa del viaje. El trayecto en tren, como siempre pasa cuando uno va solo, fue un tanto aburrido. Al bajarme y subir a la estación de BahíaSur, Susi esperándome. Me dio por pensar que las Atommys éramos como piezas de un mismo puzzle dispersas por la provincia... Y nos estábamos reuniendo poco a poco.
Susi se había cortado el pelo y lo tenía realmente bonito. Su padre nos esperaba abajo. Nos llevó hasta la parada del autobús, donde ya nos esperaban Marta y Mely. Y me embargó la emoción. ¡Con razón me he ganado el apodo de llorona! Teníamos todas los ojos brillantes de expectación. Tras unos minutos esperando el autobús que habría de conducirnos hasta Medina, empezamos a inquietarnos al ver que no llegaba.
- Mmm... Yo creo que no es aquí, tía. Y mira que el hombre ese al que le pregunté me dijo que sí. Le voy a preguntar a ese otro que está ahí, por si acaso. - Mely se dirigió hacia donde apuntaba su barbilla.
Cuando el hombre dijo que habían cambiado los recorridos y que el bus ya no paraba allí, se nos cambió la cara. Comenzamos una carrera desordenada hacia la feria, (donde paraba el bus realmente), a tan solo 5 minutos de allí corriendo, pero a sabiendas de que ya había pasado la hora del autobús. Efectivamente, cuando llegamos... ¡no había rastro alguno de vida siquiera!
Ese fue el momento justo en que llamó Elena.
Estaba en la parada de Chiclana, por donde pasaría nuestro mismo autobús. Casi pudimos su expresión asombrada a través del teléfono cuando le dijimos que habíamos perdido el autobús. Dijo que lo cogería allí igualmente y cuando llegara a Medina, pensaría con Ana qué podíamos hacer.
Barajamos nuestras opciones. No había más autobuses hasta el día siguiente. ¿Un taxi? Demasiado caro. ¿Andando? Se trataba de llegar este mes. ¿Llamar a Cristy para que JoseAurelio nos metiera a las cuatro en la parte trasera de su coche? Un pelín... ¡ilegal! Pero... ¿para qué se han hecho las relgas? ¡Para romperlas, claro! Eso mismo debió de pensar el padre de Susi cuando ella lo llamó y dijo que venía a recogernos con la madre para llevarnos a Medina.
Y justo entonces llamó Ana.
- ¡Ni se te ocurra decirle que hemos perdido el bus, por Dios! - pensé que sería más acertado contarle la historia mejor cuando hubiéramos llegado.
Le dijimos con voz bastante convincente que estábamos en la parada del autobús (que al fin y al cabo era verdad) y que seguíamos esperando (no al bus como ella pensaba, pero tampoco era mentir).
Justo después de colgar ella, llamó Cristy.
- ¡Tía! ¡¿Dónde estáis?! ¡Que Elena no se ha montado en Chiclana y voy yo sola en el autobús!
Decir que nos echamos a reir era quedarse corto. No podíamos parar. Pensábamos que JoseAurelio la llevaría y ahora resulta que iba sola en el autobús que nosotras debíamos haber cogido en San Fernando y Elena en Chiclana. Lo de Elena si que no teía explicación. ¡Si nos había dicho que estaba en la parada ya!
Empezaron a correr las apuestas sobre qué puñetas habría hecho Elena para no coger el autobús. Éramos partidarias de que Cristy nos estuviera mintiendo y Elena fuera con ella. Una bromita de ese calibre sería tan propio de ellas... Pero... ¿y si se había arrepentido y no venía? Parecía muy poco probable. Si sabía lo que le convenía, no le haría eso a Ana. No es bueno retar a la furia de Medina...
miércoles, 10 de junio de 2009
Para todas y especialmente para Anita...
Dice Anita Medina que tengo el blog abandonado... Es cierto, pero hoy te voy a dar el capricho, que a ti no te puedo decir que no, ya lo sabes... xDD Y escribiré algo que te guste, por ejemplo... ¡¡Las aventuras de Medina!! ¿Te acuerdas? Lo leimos en el pabellón, comiendo un día cualquiera antes de entrar en Didáctica... Quiero escribirlo aquí, para que lo leas siempre que quieras, pero por partes, que es demasiado largo... xDD Y para que todo quede perfecto, empiezo en la siguiente actualización.
Espero que te traiga tan buenos recuerdos como a mi.
Loviu, Mami!!
Espero que te traiga tan buenos recuerdos como a mi.
Loviu, Mami!!
miércoles, 27 de mayo de 2009
aaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!!!!!!!
Me arde el pecho. Se me acumulan los nervios y no se que hacer con ellos... Ya escribí donde tu sabes y también en mi fotolog... Y me faltan páginas en blanco para expresar todo esto que tengo dentro...
No estuve muy fina en el otro lado... Igual es que aún no he encajado todo esto. Igual es que sinceramente, ya no se que decir. Me agobio tanto...
Uuuff... No se como dejar salir todo esto que tengo dentro y eso me está volviendo loca... Ya sabes que suelo saber expresarme y decir lo que siento, pero es que estoy como bloqueada... Y aún así quiero escribir, quiero intentarlo... Aunque casi más para mi; parece como si nadie más fuera a leer esto. No se ni que decir... No puedo parar de pensar que estoy agobiada, que me siento perdida, bloqueada, con el pensamiento en blanco y la mente vagando sola y a sus anchas...
No puedo hablarlo con nadie, eso tampoco mejora mis circunstancias. ¿Con ella? No. Prefiero dejar que piense que no es tan grave. Porque ni yo misma se la magnitud que alcanza esto...
Estoy agobiadaaaaaaa!!!
Solo quiero gritar, golpear paredes, patear papeleras, dibujar en mis manos...
Y zarandeante, eso también.
Y luego abrazarte muy fuerte.
Y no soltarte nunca más...
No estuve muy fina en el otro lado... Igual es que aún no he encajado todo esto. Igual es que sinceramente, ya no se que decir. Me agobio tanto...
Uuuff... No se como dejar salir todo esto que tengo dentro y eso me está volviendo loca... Ya sabes que suelo saber expresarme y decir lo que siento, pero es que estoy como bloqueada... Y aún así quiero escribir, quiero intentarlo... Aunque casi más para mi; parece como si nadie más fuera a leer esto. No se ni que decir... No puedo parar de pensar que estoy agobiada, que me siento perdida, bloqueada, con el pensamiento en blanco y la mente vagando sola y a sus anchas...
No puedo hablarlo con nadie, eso tampoco mejora mis circunstancias. ¿Con ella? No. Prefiero dejar que piense que no es tan grave. Porque ni yo misma se la magnitud que alcanza esto...
Estoy agobiadaaaaaaa!!!
Solo quiero gritar, golpear paredes, patear papeleras, dibujar en mis manos...
Y zarandeante, eso también.
Y luego abrazarte muy fuerte.
Y no soltarte nunca más...
sábado, 23 de mayo de 2009
Te amo!
Te he dicho que me iba a la cama y lo pienso cumplir. Así que escribiré muuuy poquito hoy.
Darte las gracias se quedaría taaaan corto... Me gusta tanto tu voz que no se expresarlo con palabras. ¿Sigues creyendo que no eres valiosa?
No tengo mucho más que decir, porque es tarde y porque ya lo hemos hablado todo...
Pero me quedo con la frase que te escribi en el privado:
"amo que tu voz inunde mis pensamientos"
Buenas noches.
Buenos días.
Te adoro, Pequeña.
Darte las gracias se quedaría taaaan corto... Me gusta tanto tu voz que no se expresarlo con palabras. ¿Sigues creyendo que no eres valiosa?
No tengo mucho más que decir, porque es tarde y porque ya lo hemos hablado todo...
Pero me quedo con la frase que te escribi en el privado:
"amo que tu voz inunde mis pensamientos"
Buenas noches.
Buenos días.
Te adoro, Pequeña.
viernes, 22 de mayo de 2009
Buenas noches!!
Ojalá pudiera dejar de ser tan infantil.
Ojalá no fuera una estúpida caprichosa.
Ojalá dejara de hacer tantas tonterías.
Pero ojalá no te hubieras ido...
No te lo quieres creer, pero es cierto que me pongo fatal cuando te vas. Porque te echo tanto de menos... En la facultad es tontería, porque no podemos estar tan juntas como yo quisiera y en clase "no se puede hablar"... Y encima ahora que no nos tenemos que quedar a comer ni nada... Menos te voy a ver todavía.
Así que el messenger es nuestro salvador. Pero nunca podrá sustituir a una conversación cara a cara, o al menos eso pienso yo. Pese a que lo más serio que hemos hablado nunca, haya sido con una pantalla delante. Ojalá que no, pero ya te digo que no podemos vernos más...
Y encima lo de mañana... Me hacía tanta ilusión... Solo de pensar en estar juntas un día entero... Un día solo para nosotras... Es que me hacía replantearme mi concepto de "un buen fin de semana". Tantas cosas de que hablar... Igual si que era una mala idea eso de que me lo dijeras antes de tiempo... Pero bueno, lo iba a averiguar de todos modos... =P
Dices que no soy una buena actriz. O al menos no tan buena como yo pienso. Yo creo que es porque me conoces ya demasiado bien. Pero cuando aún no me conocías, fue tan fácil mentirte... Eso quizás te lo hubiera contado mañana. Y supongo que de igual modo lo haré, porque en cuanto leas esto, vendrás corriendo a preguntarme, como es habitual en ti...
Tendré más cuidado con lo que escribo a partir de ahora. Tendré cuidado para no darte nuevos motivos para llorar por nada... Y tendré cuidado para no tener que verte pasarlo mal por mi causa.
Y sobre todo, tendré cuidado porque te quiero demasiado... No me digas que nos va a salir caro. Me dio pánico pensar eso. ¿En serio lo crees? Porque cuando te dije que no tenía tiempo de pensar ni en ella ni en él iba en serio...
Tu comentario de enamorarme no iba en serio, pero me hizo gracia. Serías mejor que él, claro que sí, pero así la vida resultaría demasiado fácil!! xDD
En fin, Pequeña... Todo esto viene a que hoy no te despedí en condiciones y ya sabes por qué. Aunque no me se explicar demasiado bien, porque no se lo que me pasa realmente. Solo se que me entra ansiedad de pensar que tenemos taaan poco tiempo juntas como para pasarlo durmiendo...
You know: no me hagas mucho caso...
Ojalá no fuera una estúpida caprichosa.
Ojalá dejara de hacer tantas tonterías.
Pero ojalá no te hubieras ido...
No te lo quieres creer, pero es cierto que me pongo fatal cuando te vas. Porque te echo tanto de menos... En la facultad es tontería, porque no podemos estar tan juntas como yo quisiera y en clase "no se puede hablar"... Y encima ahora que no nos tenemos que quedar a comer ni nada... Menos te voy a ver todavía.
Así que el messenger es nuestro salvador. Pero nunca podrá sustituir a una conversación cara a cara, o al menos eso pienso yo. Pese a que lo más serio que hemos hablado nunca, haya sido con una pantalla delante. Ojalá que no, pero ya te digo que no podemos vernos más...
Y encima lo de mañana... Me hacía tanta ilusión... Solo de pensar en estar juntas un día entero... Un día solo para nosotras... Es que me hacía replantearme mi concepto de "un buen fin de semana". Tantas cosas de que hablar... Igual si que era una mala idea eso de que me lo dijeras antes de tiempo... Pero bueno, lo iba a averiguar de todos modos... =P
Dices que no soy una buena actriz. O al menos no tan buena como yo pienso. Yo creo que es porque me conoces ya demasiado bien. Pero cuando aún no me conocías, fue tan fácil mentirte... Eso quizás te lo hubiera contado mañana. Y supongo que de igual modo lo haré, porque en cuanto leas esto, vendrás corriendo a preguntarme, como es habitual en ti...
Tendré más cuidado con lo que escribo a partir de ahora. Tendré cuidado para no darte nuevos motivos para llorar por nada... Y tendré cuidado para no tener que verte pasarlo mal por mi causa.
Y sobre todo, tendré cuidado porque te quiero demasiado... No me digas que nos va a salir caro. Me dio pánico pensar eso. ¿En serio lo crees? Porque cuando te dije que no tenía tiempo de pensar ni en ella ni en él iba en serio...
Tu comentario de enamorarme no iba en serio, pero me hizo gracia. Serías mejor que él, claro que sí, pero así la vida resultaría demasiado fácil!! xDD
En fin, Pequeña... Todo esto viene a que hoy no te despedí en condiciones y ya sabes por qué. Aunque no me se explicar demasiado bien, porque no se lo que me pasa realmente. Solo se que me entra ansiedad de pensar que tenemos taaan poco tiempo juntas como para pasarlo durmiendo...
You know: no me hagas mucho caso...
jueves, 21 de mayo de 2009
ains...
Dije que retomaba el blog y espero cumplirlo...
Por lo pronto no tengo mucho que escribir hoy, aunque me pondré a dar vueltas y más vueltas porque no me apetece ir a dormir.
No me gusta mentir. Y menos a quien estoy mintiendo. Pero a veces el fin justifica los medios (por más que me pese reconocerlo).
Y bien le dije a Cristy: no me preguntes, que te tendré que contestar.
No es que no quisiera contestarte, querida, es que no podía. Algún día, nos sentaremos y hablaremos de todo un poco. No te preocupes, ¿vale? Te Quiero! =)
En cuanto a ti... Ojalá no me hubieras preguntado tampoco. Pero, por si quería escaparme, (que así era, por supuesto), me lo preguntaste una y otra vez, sin parar. Y cuando te devolví la pregunta, reinó el silencio que tanto temía. ¿A donde crees que fui?
Huía de ti. De la visión que tenía delante. Huía de mis lágrimas en público y de las excusas que no podía dar. Huía de la realidad que me golpeaba. De la certeza.
Buscaba el frío de la escalera. Buscaba un poco de aire para retomar mi actividad respiratoria. Buscaba tranquilidad en los ojos de ella. Buscaba mis manos.
Me sentí tan estúpida... Tan impotente... Me giré, no te vi y comprendí. No hizo falta más.
Ella se dio cuenta. Vio el pánico en mis ojos y lo supo. Lo siento, tuve un poco de culpa después de todo. Pero no lo pude evitar. Fue casi un acto reflejo... Me sorprendí a mí misma.
Me encantó la tarde de Parque Europa con Leti!! Lo necesitábamos ya...
No se... Igual yo soy muy especial también. No es para tanto, creo. Pero es que ni una vez ni dos... Me llegó, me dolió... Por más que pusiera todo de mi parte para que no se notara. Y creo que, por una única vez, he conseguido que pase desapercibido. =) Cada día voy mejorando. No se hasta cuando...
Por lo pronto no tengo mucho que escribir hoy, aunque me pondré a dar vueltas y más vueltas porque no me apetece ir a dormir.
No me gusta mentir. Y menos a quien estoy mintiendo. Pero a veces el fin justifica los medios (por más que me pese reconocerlo).
Y bien le dije a Cristy: no me preguntes, que te tendré que contestar.
No es que no quisiera contestarte, querida, es que no podía. Algún día, nos sentaremos y hablaremos de todo un poco. No te preocupes, ¿vale? Te Quiero! =)
En cuanto a ti... Ojalá no me hubieras preguntado tampoco. Pero, por si quería escaparme, (que así era, por supuesto), me lo preguntaste una y otra vez, sin parar. Y cuando te devolví la pregunta, reinó el silencio que tanto temía. ¿A donde crees que fui?
Huía de ti. De la visión que tenía delante. Huía de mis lágrimas en público y de las excusas que no podía dar. Huía de la realidad que me golpeaba. De la certeza.
Buscaba el frío de la escalera. Buscaba un poco de aire para retomar mi actividad respiratoria. Buscaba tranquilidad en los ojos de ella. Buscaba mis manos.
Me sentí tan estúpida... Tan impotente... Me giré, no te vi y comprendí. No hizo falta más.
Ella se dio cuenta. Vio el pánico en mis ojos y lo supo. Lo siento, tuve un poco de culpa después de todo. Pero no lo pude evitar. Fue casi un acto reflejo... Me sorprendí a mí misma.
Me encantó la tarde de Parque Europa con Leti!! Lo necesitábamos ya...
No se... Igual yo soy muy especial también. No es para tanto, creo. Pero es que ni una vez ni dos... Me llegó, me dolió... Por más que pusiera todo de mi parte para que no se notara. Y creo que, por una única vez, he conseguido que pase desapercibido. =) Cada día voy mejorando. No se hasta cuando...
martes, 19 de mayo de 2009
...
Ahora soy yo la que no puede controlar el llanto...
Qué hubiera pasado si no te llegas a... ¿despertar? No se como llamarlo...
Te das cuenta de que nunca podré estar suficientemente agradecida a la vida por haberte mantenido aquí?
Rezo y suplico al cielo que nadie abra la puerta de mi cuarto y me vea en este estado...
Y sí, Pequeña, quererte tantísimo implica también sufrir demasiado, aunque no quieras. Y morir por ti si hiciera falta. Con todo el sentido de la palabra...
No es desagradable... Es tu historia. Aunque duela tanto... Nunca dejes de contarme nada porque temas herirme, por favor.
Por favor...
Qué hubiera pasado si no te llegas a... ¿despertar? No se como llamarlo...
Te das cuenta de que nunca podré estar suficientemente agradecida a la vida por haberte mantenido aquí?
Rezo y suplico al cielo que nadie abra la puerta de mi cuarto y me vea en este estado...
Y sí, Pequeña, quererte tantísimo implica también sufrir demasiado, aunque no quieras. Y morir por ti si hiciera falta. Con todo el sentido de la palabra...
No es desagradable... Es tu historia. Aunque duela tanto... Nunca dejes de contarme nada porque temas herirme, por favor.
Por favor...
lunes, 18 de mayo de 2009
...
¿Sabes que creo?
Que no hablas porque no quieres. Dices que no lo entiendo. Y a lo mejor es verdad. Pero necesito encontrar una explicación que al menos suene lógica en mi cabeza.
Creo que te avergonzaría mirarme pensando que se tanto de ti, o al menos bastante. Y eso es lo que te bloquea. Pensar que luego tendrás que mirarme a la cara y que no vas a ser capaz.
Pensar que me voy a avergonzar de ti o que te lo voy a echar en cara o que te echaré la bronca o que no querré saber nada de ti. O pensar que dejaré de quererte.
Yo creo que a nadie se le deben pedir explicaciones por su pasado, porque todos hemos hecho cosas lamentables, y sabes a que me refiero por mi parte.
Al principio, yo tampoco te contaba todas las cosas. Pero es que ahora lo sabes todo de mi. O prácticamente todo. Algunas cosas te las conté yo misma. Algunas las oiste casi por casualidad (aunque creeme si te digo que las casualidades no existen). Otras cosas las imaginaste y otras me las hiciste decir.
Y unas pocas cosas más son las que aún te estoy diciendo. Las que quiero gritarte a la cara cuando me dejo llevar por la rabia o vete a saber por qué cosa... Las que quizás no debería decir porque se que te van a doler. Y aún lo hago. No soy sádica, ni busco nada. Solo quiero demostrarte que verdaderamente se puede hablar.
Que me ha costado la vida hablar de mis manos hoy, te lo juro. Pero lo hice para tocarte. Porque tus cosas son mucho peores que unas heriditas pasajeras, y te están matando aunque no lo admitas. Porque tienes que dejarlo salir y porque yo necesito saberlo.
Porque lo único que me haría echarme para atrás, lo único, sería pensar que no confías en mi lo suficiente como para intentar cambiar y hablar. Que no me quieres lo suficiente...
Supongo que no es justo que piense eso pero, ¿que hago? Soy una estúpida que piensa que es alguien especial. Que puedo cambiar a la gente y que la gente puede cambiar por mi. Cada día me doy cuenta un poco más de que eso no es cierto.
Sigo sintiendome nada. Da igual lo que digas. Sigo sintiendo que no estoy a la altura. Y no me digas que para ti es suficiente, porque parece que lo digas solo para contentarme. Tú ya sabes a que altura estás, aunque yo no quisiera hablar de ello, pero nuevamente tuve que decirlo. Cada día puedo callarme un poco menos.
Me pregunto si algún día diré algo grave de verdad...
Siento haberte hecho llorar. Solo trataba de explicar el amor. Claro que si nadie pudo antes, no veo porque iba a poder yo. Por eso me deshice en explicaciones y ejemplos y fue para mal. Aunque solo en cierto modo, creo yo...
Que no hablas porque no quieres. Dices que no lo entiendo. Y a lo mejor es verdad. Pero necesito encontrar una explicación que al menos suene lógica en mi cabeza.
Creo que te avergonzaría mirarme pensando que se tanto de ti, o al menos bastante. Y eso es lo que te bloquea. Pensar que luego tendrás que mirarme a la cara y que no vas a ser capaz.
Pensar que me voy a avergonzar de ti o que te lo voy a echar en cara o que te echaré la bronca o que no querré saber nada de ti. O pensar que dejaré de quererte.
Yo creo que a nadie se le deben pedir explicaciones por su pasado, porque todos hemos hecho cosas lamentables, y sabes a que me refiero por mi parte.
Al principio, yo tampoco te contaba todas las cosas. Pero es que ahora lo sabes todo de mi. O prácticamente todo. Algunas cosas te las conté yo misma. Algunas las oiste casi por casualidad (aunque creeme si te digo que las casualidades no existen). Otras cosas las imaginaste y otras me las hiciste decir.
Y unas pocas cosas más son las que aún te estoy diciendo. Las que quiero gritarte a la cara cuando me dejo llevar por la rabia o vete a saber por qué cosa... Las que quizás no debería decir porque se que te van a doler. Y aún lo hago. No soy sádica, ni busco nada. Solo quiero demostrarte que verdaderamente se puede hablar.
Que me ha costado la vida hablar de mis manos hoy, te lo juro. Pero lo hice para tocarte. Porque tus cosas son mucho peores que unas heriditas pasajeras, y te están matando aunque no lo admitas. Porque tienes que dejarlo salir y porque yo necesito saberlo.
Porque lo único que me haría echarme para atrás, lo único, sería pensar que no confías en mi lo suficiente como para intentar cambiar y hablar. Que no me quieres lo suficiente...
Supongo que no es justo que piense eso pero, ¿que hago? Soy una estúpida que piensa que es alguien especial. Que puedo cambiar a la gente y que la gente puede cambiar por mi. Cada día me doy cuenta un poco más de que eso no es cierto.
Sigo sintiendome nada. Da igual lo que digas. Sigo sintiendo que no estoy a la altura. Y no me digas que para ti es suficiente, porque parece que lo digas solo para contentarme. Tú ya sabes a que altura estás, aunque yo no quisiera hablar de ello, pero nuevamente tuve que decirlo. Cada día puedo callarme un poco menos.
Me pregunto si algún día diré algo grave de verdad...
Siento haberte hecho llorar. Solo trataba de explicar el amor. Claro que si nadie pudo antes, no veo porque iba a poder yo. Por eso me deshice en explicaciones y ejemplos y fue para mal. Aunque solo en cierto modo, creo yo...
domingo, 17 de mayo de 2009
=|
Voy a romper el bonito número de 40 blogs. Y es que tengo tantas ganas de escribir, que el fotolog se me queda pequeño. Tengo la esperanza de que leas esto, aunque ya tengo a todo el mundo tan acostumbrado al fotolog, que no creo que nadie se moleste en mirar aquí de buenas a primeras...
Claro que soy muy dependiente. A lo mejor soy seca porque tengo miedo de que te des cuenta de hasta que punto dependo de ti. A lo mejor no quiero decir como me siento, porque me hiceron mucho daño ya. A lo mejor las cosas nunca son lo que parecen ser... A lo mejor solo intento protegerme, pero sigo siendo muy débil.
Estoy practicamente todo el día pensando qué estarás haciendo. Eso es así desde hace mucho, desde que lo se, porque no puedo evitar preocuparme y darle vueltas. Y llorar, sí. También lloré mucho por ti. Nunca te lo dije; al contario, me cuidé muy mucho de no darle importancia delante tuya. Pero no te imaginas lo mal que lo estoy pasando con esto. Tú peor, ya lo se. Lo que pasa es que muchas veces no se como llevarlo. Cómo hablarte, como mirarte, como tratarte... Porque no se si ese día quieres mimos y soy yo la seca o si estas avergonzada vete a saber por qué y me paso de cariñosa... O simplemente si quieres desaparecer y esquivarme y yo me empeño en observar cada movimiento tuyo... Es como la canción "no soy nadie sin ti, contigo no soy yo".
Pero es que a mi me gusta verte aparecer por la puerta, por el pasillo o por donde sea. Se me alegra el corazón. Me gusta mucho oirte reir y verte teclear, porque me encantan tus manos. Me gusta que cantes bajito y verte conducir, ya lo sabes. Me gusta como vistes y como bailas. Me gusta que hablemos y hablemos y hablemos, aunque sea por mesenger. Me gusta que me saludes cada día de una forma distinta y me gusta que sepas que te quiero. Me gusta decirtelo todos los días, para que no se te olvide.
Es que ya no te puedo querer más. Lo sabes, ¿verdad? Y dices que perdiste a gente por esto. Pero es que yo no quiero perderte a ti!!! Tú eres la importante, la imprescindible. Yo se que no podría, lo se...
Así que creeme si te digo que soy dependiente. Que no quiero estar nunca sin ti, digamos lo que digamos y hagamos lo que hagamos... Solo pensar en el año que viene, se me descompone el cuerpo y también el alma.
¿Sabes qué? Vivo constantemente muerta de miedo. Miedo a que te pase algo, porque entonces me muero. Así de claro. Porque ahora mismo parece que todo esta bien, pero no quiero pensar en como puede empeorar todo. Creo que nunca tuve un problema tan grande como este. En serio. No me entiendas mal, no eres un problema, pero si tienes uno. Y eso me implica a mi, quieras o no. Así que ya lo sabes... Todo lo que me pasa es que tengo miedo por ti.
Antes tenía miedo de llegar a quererte demasiado y tener que sufrir por ti. Ahora ya te quiero demasiado, así que simplemente temo que desaparezcas. Temo que te hagan daño y que te sientas dolida. Temo meter la pata cada día que me levanto. Temo hacer algo tan grave que te obligue a dejarme...
Y te digo guapa, claro que si. A mi me da igual lo que opinen los demás e incluso tú misma, porque para mi eres preciosa!! Lo quieras ver o no... Espero y deseo que algún día puedas mirarte al espejo y darte cuenta de todo lo que tienes de bueno. De todo lo que vales. Mirate en mis ojos, yo lo tengo claro.
También me pasa que a veces me siento desplazada en cierto modo. Están tus amigas de alli y tus amigas de la facultad. Y yo me siento como si no fuera nadie, poco importante, prescindible. ¿Es egoísta por mi parte pensar así? No lo hago a propósito, pero me siento mal, no lo puedo evitar. No creo que sea por celos, porque nunca fui posesiva con las amigas, pero ya lo dudo... No se por qué dices que yo tengo a mucha gente pero tú no. Claro que tienes gente!! Mira un poco mejor a tu alrededor!!
Intenté ser sincera, solo para que me entiendas un poco mejor. Porque eres muy grande, Pequeña, aún no me lo explico. ¿Cómo hemos llegado a esto? Yo solo me acuerdo de una niña normal y corriente de principios de curso. Una niña que me pareció un poco rara, porque me invitó a un ColaCao casi sin haber hablado antes conmigo y porque leía en un periodicucho no se que de un musical... Una niña que no iba a gimnasia porque tenía que trabajar, cosa que nadie se terminaba de creer, nunca supe por qué. Una niña que vino a mi fiesta de verano después de decir su inolvidable "¡pues yo me apunto!", sin saber que me haría feliz finalmente verla allí. Una niña que vino a casa de Susi, para terminar por irse a dormir temprano. Y de pronto resulta que estamos como estamos.
No sabes como me arrepiento de no haber estado más contigo en esos momentos. De haberme dejado llevar por la desconfianza, el recelo, quizás la prepotencia. Me siento como si te debiera algo, porque al princpio te veía tan... No se como decirlo. Nunca hubiera podido imaginar que eras una personita tan especial. Estoy más que cansada de mis prejuicios y parece que tú llegaste para llamarme la atención, para demostrarme que estaba equivocada una vez más... Pero me alegro de que las cosas sean como son hoy por hoy. Yo se que no eres creyente, pero cada día le doy gracias a Dios porque estás viva. Porque te puso en mi camino, de algún modo.
No se si te dije todo lo que quería o aún se me olvida algo. Que te quiero ya lo sabes. Y que soy dependiente. Y que no quiero que te vayas nunca. Y que tengo miedo. Y que eres guapa. Y que me siento poca cosa.
Pero... ¿a que no sabías que a mis 19 años y medio sigo sin querer dormir solita? Duermo siempre con tu estrella... Que es, casi casi, como si estuvieras aquí conmigo.
Claro que soy muy dependiente. A lo mejor soy seca porque tengo miedo de que te des cuenta de hasta que punto dependo de ti. A lo mejor no quiero decir como me siento, porque me hiceron mucho daño ya. A lo mejor las cosas nunca son lo que parecen ser... A lo mejor solo intento protegerme, pero sigo siendo muy débil.
Estoy practicamente todo el día pensando qué estarás haciendo. Eso es así desde hace mucho, desde que lo se, porque no puedo evitar preocuparme y darle vueltas. Y llorar, sí. También lloré mucho por ti. Nunca te lo dije; al contario, me cuidé muy mucho de no darle importancia delante tuya. Pero no te imaginas lo mal que lo estoy pasando con esto. Tú peor, ya lo se. Lo que pasa es que muchas veces no se como llevarlo. Cómo hablarte, como mirarte, como tratarte... Porque no se si ese día quieres mimos y soy yo la seca o si estas avergonzada vete a saber por qué y me paso de cariñosa... O simplemente si quieres desaparecer y esquivarme y yo me empeño en observar cada movimiento tuyo... Es como la canción "no soy nadie sin ti, contigo no soy yo".
Pero es que a mi me gusta verte aparecer por la puerta, por el pasillo o por donde sea. Se me alegra el corazón. Me gusta mucho oirte reir y verte teclear, porque me encantan tus manos. Me gusta que cantes bajito y verte conducir, ya lo sabes. Me gusta como vistes y como bailas. Me gusta que hablemos y hablemos y hablemos, aunque sea por mesenger. Me gusta que me saludes cada día de una forma distinta y me gusta que sepas que te quiero. Me gusta decirtelo todos los días, para que no se te olvide.
Es que ya no te puedo querer más. Lo sabes, ¿verdad? Y dices que perdiste a gente por esto. Pero es que yo no quiero perderte a ti!!! Tú eres la importante, la imprescindible. Yo se que no podría, lo se...
Así que creeme si te digo que soy dependiente. Que no quiero estar nunca sin ti, digamos lo que digamos y hagamos lo que hagamos... Solo pensar en el año que viene, se me descompone el cuerpo y también el alma.
¿Sabes qué? Vivo constantemente muerta de miedo. Miedo a que te pase algo, porque entonces me muero. Así de claro. Porque ahora mismo parece que todo esta bien, pero no quiero pensar en como puede empeorar todo. Creo que nunca tuve un problema tan grande como este. En serio. No me entiendas mal, no eres un problema, pero si tienes uno. Y eso me implica a mi, quieras o no. Así que ya lo sabes... Todo lo que me pasa es que tengo miedo por ti.
Antes tenía miedo de llegar a quererte demasiado y tener que sufrir por ti. Ahora ya te quiero demasiado, así que simplemente temo que desaparezcas. Temo que te hagan daño y que te sientas dolida. Temo meter la pata cada día que me levanto. Temo hacer algo tan grave que te obligue a dejarme...
Y te digo guapa, claro que si. A mi me da igual lo que opinen los demás e incluso tú misma, porque para mi eres preciosa!! Lo quieras ver o no... Espero y deseo que algún día puedas mirarte al espejo y darte cuenta de todo lo que tienes de bueno. De todo lo que vales. Mirate en mis ojos, yo lo tengo claro.
También me pasa que a veces me siento desplazada en cierto modo. Están tus amigas de alli y tus amigas de la facultad. Y yo me siento como si no fuera nadie, poco importante, prescindible. ¿Es egoísta por mi parte pensar así? No lo hago a propósito, pero me siento mal, no lo puedo evitar. No creo que sea por celos, porque nunca fui posesiva con las amigas, pero ya lo dudo... No se por qué dices que yo tengo a mucha gente pero tú no. Claro que tienes gente!! Mira un poco mejor a tu alrededor!!
Intenté ser sincera, solo para que me entiendas un poco mejor. Porque eres muy grande, Pequeña, aún no me lo explico. ¿Cómo hemos llegado a esto? Yo solo me acuerdo de una niña normal y corriente de principios de curso. Una niña que me pareció un poco rara, porque me invitó a un ColaCao casi sin haber hablado antes conmigo y porque leía en un periodicucho no se que de un musical... Una niña que no iba a gimnasia porque tenía que trabajar, cosa que nadie se terminaba de creer, nunca supe por qué. Una niña que vino a mi fiesta de verano después de decir su inolvidable "¡pues yo me apunto!", sin saber que me haría feliz finalmente verla allí. Una niña que vino a casa de Susi, para terminar por irse a dormir temprano. Y de pronto resulta que estamos como estamos.
No sabes como me arrepiento de no haber estado más contigo en esos momentos. De haberme dejado llevar por la desconfianza, el recelo, quizás la prepotencia. Me siento como si te debiera algo, porque al princpio te veía tan... No se como decirlo. Nunca hubiera podido imaginar que eras una personita tan especial. Estoy más que cansada de mis prejuicios y parece que tú llegaste para llamarme la atención, para demostrarme que estaba equivocada una vez más... Pero me alegro de que las cosas sean como son hoy por hoy. Yo se que no eres creyente, pero cada día le doy gracias a Dios porque estás viva. Porque te puso en mi camino, de algún modo.
No se si te dije todo lo que quería o aún se me olvida algo. Que te quiero ya lo sabes. Y que soy dependiente. Y que no quiero que te vayas nunca. Y que tengo miedo. Y que eres guapa. Y que me siento poca cosa.
Pero... ¿a que no sabías que a mis 19 años y medio sigo sin querer dormir solita? Duermo siempre con tu estrella... Que es, casi casi, como si estuvieras aquí conmigo.
viernes, 20 de marzo de 2009
Esta vez si que se acabó...
Con el fotolog tengo esto abandonado, lo reconozco. Pero necesito escribir un poco más. Aunque solo sea para Leti...
¿Qué ha pasado con todo esto? Llevo una semana intentándolo, esforzándome, tragándome el orgullo... Y no hay manera. Excusas pobres que no son nada convincentes y muchas vacilaciones, muchos puntos suspensivos...
Creo que estás dolida por lo que te dije. Porque no me creo que todo esto desaparezca de un día para otro. El domingo estabas abandonada de la mano de Dios, tirada por el suelo sin ánimo para levantarte, haciéndote consolar cuando ponías pucheros... Canciones para no dormir y niks deprimentes... Y al día siguiente todo volvió a ser normal!
Y hoy, de pronto, dices que no pasa nada... Que no hay problemas ya. Pues si los hay, querida. Para mí al menos, si los hay. Carolina dice que son cosas de la edad. Que es lo normal que algo se solucione así. Pues yo lo sigo pasando mal... Necesito explicaciones que no quieres darme. No quieres hablar porque es más fácil dejarlo pasar y no explicar como te sientes. Pero precisamente por eso, también es más fácil que vuelva a suceder...
Tengo muchísimo miedo, no me importa reconocerlo. Miedo a que nunca pueda levantarme de esta caída. Eres algo que no quiero dejar pasar, que no quiero olvidar. Teníamos tantos sueños, tantas promesas, tantas ilusiones... Todo quedó reducido a cenizas ahora...
“... Cogió con mucho cuidado las llaves que estaban encima de la mesa. Incluso el más leve tintineo la habría importunado. Se dirigió a la puerta con paso firme, introdujo la llave en la cerradura y dio dos vueltas completas, quedando encerrada en el pequeño cuartito. Se puso en la única zona de la habitación que no se podía ver a través de la ventana.
Apoyó la espalda contra la pared y echó hacia atrás la cabeza. Así, pegada, se fue deslizando lentamente hasta el suelo, dejándose caer como algo inerte. Quedó sentada mientras las rodillas se flexionaban, pegándose a su pecho e incrementando su sensación de que se asfixiaba. Cerró los ojos para dejar caer las cálidas lágrimas, que mojaban sus mejillas en su camino hasta sus labios. Esos que susurraban una y otra vez: Necesito una abrazo de mi Pequeña...”
Esta vez abandono, definitivamente que abandono. ¿Tu juegas y te ries? Pues yo me voy. Es mi vida, mi sueño y mi ilusión, pero ahora está todo roto por tanto dolor. Así no lo quiero. Ya no...
¿Qué ha pasado con todo esto? Llevo una semana intentándolo, esforzándome, tragándome el orgullo... Y no hay manera. Excusas pobres que no son nada convincentes y muchas vacilaciones, muchos puntos suspensivos...
Creo que estás dolida por lo que te dije. Porque no me creo que todo esto desaparezca de un día para otro. El domingo estabas abandonada de la mano de Dios, tirada por el suelo sin ánimo para levantarte, haciéndote consolar cuando ponías pucheros... Canciones para no dormir y niks deprimentes... Y al día siguiente todo volvió a ser normal!
Y hoy, de pronto, dices que no pasa nada... Que no hay problemas ya. Pues si los hay, querida. Para mí al menos, si los hay. Carolina dice que son cosas de la edad. Que es lo normal que algo se solucione así. Pues yo lo sigo pasando mal... Necesito explicaciones que no quieres darme. No quieres hablar porque es más fácil dejarlo pasar y no explicar como te sientes. Pero precisamente por eso, también es más fácil que vuelva a suceder...
Tengo muchísimo miedo, no me importa reconocerlo. Miedo a que nunca pueda levantarme de esta caída. Eres algo que no quiero dejar pasar, que no quiero olvidar. Teníamos tantos sueños, tantas promesas, tantas ilusiones... Todo quedó reducido a cenizas ahora...
“... Cogió con mucho cuidado las llaves que estaban encima de la mesa. Incluso el más leve tintineo la habría importunado. Se dirigió a la puerta con paso firme, introdujo la llave en la cerradura y dio dos vueltas completas, quedando encerrada en el pequeño cuartito. Se puso en la única zona de la habitación que no se podía ver a través de la ventana.
Apoyó la espalda contra la pared y echó hacia atrás la cabeza. Así, pegada, se fue deslizando lentamente hasta el suelo, dejándose caer como algo inerte. Quedó sentada mientras las rodillas se flexionaban, pegándose a su pecho e incrementando su sensación de que se asfixiaba. Cerró los ojos para dejar caer las cálidas lágrimas, que mojaban sus mejillas en su camino hasta sus labios. Esos que susurraban una y otra vez: Necesito una abrazo de mi Pequeña...”
Esta vez abandono, definitivamente que abandono. ¿Tu juegas y te ries? Pues yo me voy. Es mi vida, mi sueño y mi ilusión, pero ahora está todo roto por tanto dolor. Así no lo quiero. Ya no...
sábado, 17 de enero de 2009
De nuevo, todo para ti.
He vuelto a leer tus últimas palabras. Nunca unas simples letras unidas me dieron tanto miedo. Y nunca el miedo fue tan profundo. Normalmente siento más miedo por lo mal que puedan pasarlo los demás que por lo mal que lo pase yo. Y tratándose de ti...
Si es que eres mi pequeña debilidad... ¿Te acuerdas de nuestro grupo de Spice Girls enanas? Ya solo quedamos tú y yo. Cada una en una parte del mundo (¡que exagerada soy! =P), pero tú y yo siempre aquí. Juntas. ¿Por qué me dices entonces que tengo mucha paciencia? ¿No te das cuenta de que me gusta estar contigo? Que quiero estar contigo, como hasta ahora. Precisamente ahora.
Hablar por messenger no siempre es bueno. Vale, puede que sea más fácil decir las cosas así. No me tienes delante, no tienes que aguantar mi mirada cuando no tienes ganas de ver a nadie. También es positivo para mí. No tengo que sumergirme en la profundidad que me sugiere el verde de tus ojos, sabiendo que te rompes un poco más con cada palabra que pronuncias...
Pero me gusta verte. Escuchar en qué tono me dices las cosas. Adivinar la tristeza en tu relato, aún sin quererlo. Intento recordar, pero creo que nunca te vi llorar. Y no sabes cuánto duele saber que te hartas de hacerlo, pero siempre solita...
No me siento con derecho a hablarte de dolor. No puedo ni imaginar todo lo que hay detrás de esto... Si yo únicamente quiero que seas feliz, ¿por qué es tan difícil? Si solo con decirlo se hiciera realidad... La vida sería demasiado fácil, ¿no crees? Pues yo quiero que sea fácil para ti. Solo un tiempo. Lo justo para que volvieras a tener ganas de vivir, como antes. Lo justo para que cuando dijeras “me estoy volviendo loca” fuera por otro montón de ocurrencias nuestras.
Anoche no podía dormir. Oía un llanto en mi cabeza. No era yo. Ni siquiera eras tú. Creo que era el Amor, con mayúsculas, porque ayer le dejamos bien pisoteado, ¿eh? La verdad es que se lo tenía bien merecido... Porque sí hubo amor, mi niña, yo lo vi. Vale, a ti no te basta ver para creer, pero necesitas algo más de perspectiva. Y sobre todo, algo más de tiempo.
Yo te doy todo el tiempo que quieras. No me importa esperar. No me importa oírte hablar de lo mismo cada día, porque la que hablas eres tú, ¿recuerdas? Eso me basta. Esperaré a la niña que conocí un día. La que era capaz de ilusionarse, la que se reía sinceramente, la que era feliz. No quiero que te esfuerces, no. Para hacer todo eso y sentirte bien al hacerlo, tómate más de ese tiempo que tanto necesitas. Y cuando lo hagas otra vez, seré feliz. Ahora mi felicidad se basa en hablar contigo y en ir a verte cada vez que puedo. Iremos ampliando poco a poco.
Hoy también tengo una canción para ti. Quiero que hagas una cosa. Lee la letra despacio, interiorízala. Y luego cierra los ojos y escucha la canción. Imagina que estoy ahí y que te la canto. Solo así te llegará de la forma que pretendo, porque esta canción la escribieron para que yo te la cante hoy. Nunca una canción se nos ajustó de tal manera... Tan igual a todo esto que hasta da un poco de miedo...
Vienes, me cuentas que te abandonó,
que no lo puedes entender,
que tu rumbo se ha perdido,
que no sabes que hacer.
Niña, verás, hallarás tu mitad,
que no te consuma el dolor,
que no se opaque tu ternura,
que no muera tu flor.
Porque otro amor se asomará,
igual que una estrella brilla en la oscuridad.
Siempre alguien te amará.
Y si no das más,
tan sólo encuentra lo que hay en tus manos,
piensa que dar amor nunca es en vano,
sigue adelante sin mirar atrás.
Y si no das más,
deja que un beso endulce tu amargura,
abre tu pecho, límpiate de dudas,
así tu luz nunca se apagará.
Veo tus ojos como un manantial,
de los que brota el calor,
de sus brazos, sus mentiras,
no es tuyo el error.
Trato de hacerte vibrar, sonreir,
pues sé que lo harías por mí,
pero tu alma se ha dormido,
piensas que es el fin.
Y es que al final comprenderás
que para ir al cielo no es preciso volar.
Siempre alguien te amará.
http://es.youtube.com/watch?v=B1oqCITzfBk
Decirte otra vez todo lo que te quiero sonaría un poco repetitivo ¿no? Hoy me apetece repetirme una y otra vez. Te quiero. Te quiero. Te quiero. Te quiero...
Si es que eres mi pequeña debilidad... ¿Te acuerdas de nuestro grupo de Spice Girls enanas? Ya solo quedamos tú y yo. Cada una en una parte del mundo (¡que exagerada soy! =P), pero tú y yo siempre aquí. Juntas. ¿Por qué me dices entonces que tengo mucha paciencia? ¿No te das cuenta de que me gusta estar contigo? Que quiero estar contigo, como hasta ahora. Precisamente ahora.
Hablar por messenger no siempre es bueno. Vale, puede que sea más fácil decir las cosas así. No me tienes delante, no tienes que aguantar mi mirada cuando no tienes ganas de ver a nadie. También es positivo para mí. No tengo que sumergirme en la profundidad que me sugiere el verde de tus ojos, sabiendo que te rompes un poco más con cada palabra que pronuncias...
Pero me gusta verte. Escuchar en qué tono me dices las cosas. Adivinar la tristeza en tu relato, aún sin quererlo. Intento recordar, pero creo que nunca te vi llorar. Y no sabes cuánto duele saber que te hartas de hacerlo, pero siempre solita...
No me siento con derecho a hablarte de dolor. No puedo ni imaginar todo lo que hay detrás de esto... Si yo únicamente quiero que seas feliz, ¿por qué es tan difícil? Si solo con decirlo se hiciera realidad... La vida sería demasiado fácil, ¿no crees? Pues yo quiero que sea fácil para ti. Solo un tiempo. Lo justo para que volvieras a tener ganas de vivir, como antes. Lo justo para que cuando dijeras “me estoy volviendo loca” fuera por otro montón de ocurrencias nuestras.
Anoche no podía dormir. Oía un llanto en mi cabeza. No era yo. Ni siquiera eras tú. Creo que era el Amor, con mayúsculas, porque ayer le dejamos bien pisoteado, ¿eh? La verdad es que se lo tenía bien merecido... Porque sí hubo amor, mi niña, yo lo vi. Vale, a ti no te basta ver para creer, pero necesitas algo más de perspectiva. Y sobre todo, algo más de tiempo.
Yo te doy todo el tiempo que quieras. No me importa esperar. No me importa oírte hablar de lo mismo cada día, porque la que hablas eres tú, ¿recuerdas? Eso me basta. Esperaré a la niña que conocí un día. La que era capaz de ilusionarse, la que se reía sinceramente, la que era feliz. No quiero que te esfuerces, no. Para hacer todo eso y sentirte bien al hacerlo, tómate más de ese tiempo que tanto necesitas. Y cuando lo hagas otra vez, seré feliz. Ahora mi felicidad se basa en hablar contigo y en ir a verte cada vez que puedo. Iremos ampliando poco a poco.
Hoy también tengo una canción para ti. Quiero que hagas una cosa. Lee la letra despacio, interiorízala. Y luego cierra los ojos y escucha la canción. Imagina que estoy ahí y que te la canto. Solo así te llegará de la forma que pretendo, porque esta canción la escribieron para que yo te la cante hoy. Nunca una canción se nos ajustó de tal manera... Tan igual a todo esto que hasta da un poco de miedo...
Vienes, me cuentas que te abandonó,
que no lo puedes entender,
que tu rumbo se ha perdido,
que no sabes que hacer.
Niña, verás, hallarás tu mitad,
que no te consuma el dolor,
que no se opaque tu ternura,
que no muera tu flor.
Porque otro amor se asomará,
igual que una estrella brilla en la oscuridad.
Siempre alguien te amará.
Y si no das más,
tan sólo encuentra lo que hay en tus manos,
piensa que dar amor nunca es en vano,
sigue adelante sin mirar atrás.
Y si no das más,
deja que un beso endulce tu amargura,
abre tu pecho, límpiate de dudas,
así tu luz nunca se apagará.
Veo tus ojos como un manantial,
de los que brota el calor,
de sus brazos, sus mentiras,
no es tuyo el error.
Trato de hacerte vibrar, sonreir,
pues sé que lo harías por mí,
pero tu alma se ha dormido,
piensas que es el fin.
Y es que al final comprenderás
que para ir al cielo no es preciso volar.
Siempre alguien te amará.
http://es.youtube.com/watch?v=B1oqCITzfBk
Decirte otra vez todo lo que te quiero sonaría un poco repetitivo ¿no? Hoy me apetece repetirme una y otra vez. Te quiero. Te quiero. Te quiero. Te quiero...
lunes, 5 de enero de 2009
Mi blog más largo, enterito para ti!
Esta creo que es la entrada mas dificil que escribí nunca. Porque no es para mi. Es una petición y también mi regalo de Reyes para la persona que me pidió esto. Alguien tan especial en mi vida que dificilmente podría expresarlo con palabras. He crecido contigo, asi que hoy en día no sería la persona que soy si tú no hubieras estado. Así que gracias por más de 16 años de sonrisas. Gracias por tu voz, ¿lo recuerdas? La voz hermosa de las palabras tristes...
Lo primero que voy a decirte hoy, ya lo sabes: ¡¡ERES PRECIOSA!! En todos los sentidos. Tienes ua risa que me quita las ganas de llorar y es una de las cosas más bonitas que descubrí en esta vida. Así que ríe mucho, todo lo que puedas. Porque eso alargará tu vida, sí, pero también nos acercará a ambas un poquito más a la felicidad. Cuando tengas ganas de llorar, piensa en los motivos que tienes para reir. Y si no te sale, no te preocupes, me tienes a mi para recordártelos.
Lo segundo: no es una buena época, creo que todos lo hemos notado. Pero tú especialmente te me haces pequeñita, porque parece que todo esto te viene grande, ¿no es cierto? ¡Pues nada más lejos de la realidad! ¿Sabes que creo? Que estás lejos aún de la solución. La ves allá en el horizonte, lejana y pequeñita. Pero según camines, solo un ratito cada día, te irás acercando. La verás más y más grande, más asequible. Y un día, te levantarás, caminarás y habrás llegado a tocarla. Quiero estar siempre contigo para no perderme ese gran día.
Mi niña... Me hace mucho mal verte sufrir, asi que no quiero ni imaginar como te sentirás realmente. Porque nunca me lo dijiste... Se que a veces no quieres hablar de esto. Bueno, seamos sinceros: casi nunca quieres hablar de esto. Y me preocupas, porque no quiero que te lo guardes todo. Tienes que hablar, desahogarte... Ya hemos pasado por esto. Hagámoslo un poco más fácil ¿vale?
En cuanto a mi... ¡Te quiero taaaaaanto! Eres mucho más que una amiga, eres mi hermana, porque hemos vivido tantas cosas juntas que nadie podrá superar esta relación. Ya se que suena a tópico, pero no quiero dejarte nunca. Haga sol o llueva, estemos en el Puerto o en Sevilla, en verano o en invierno, jóvenes o viejas, pero nunca sin ti. Se que no podría seguir...
Pero tú sí. Ha llegado tu momento. Es hora de que te levantes, te limpies las rodillas, cures tus heridas y eches a andar. No te preocupes, yo siempre caminaré a tu lado. Te daré la mano para que no te pierdas y te llevaré en brazos cuando sientas que te vence el cansancio.
Eso sí: tienes que poner de tu parte. Debes querer salir de todo esto. Debes desear con toda tu fuerza dejarlo pasar y, sobre todo, tienes que dejar el pasado donde le corresponde: en capítulos anteriores de tu vida.
Así que hazte este favor: agárrate a tu presente y también a tu futuro y NO te sueltes. No vivas anclada a algo que ya pasó, lucha por mejorar las circunstancias. Sabes que puedes lograr mucho más. Eres muy joven y tienes tanto camino por recorrer... Vendrán tiempos mejores, en los que casi te alegrarás de que experiencias como esta te hicieran más fuerte.
Confío en ti, porque se que puedes hacerlo.
Y te quiero. Como siempre. Eso no cambiará nunca, como no ha cambiado a lo largo de tantos años...
Espero que te guste mi regalo. Con esto he concedido uno de tus deseos y aún me falta el segundo, que llegará antes de que te des cuenta. Soy como tu genio de la lámpara, con el pequeño detalle de que los deseos conmigo son ilimitados. Así que pídeme todo lo que esté en mi mano y te lo concederé.
Casi casi molo más que los Reyes, eeeh? =P
Feliz Noche de Reyes y Feliz día de mañana. El primero del resto de tu vida.
Hoy no dejo una frase de una canción, como viene siendo costumbre en mi blog. Hoy dejo un video, que como no, es también para ti y la traducción de la canción. Es para animarte a buscar tus sueños y para hacerte comprender, una vez más, que me encontrarás siempre, incluso en algún lugar más allá del arco iris, muy por encima de las chimeneas.
http://es.youtube.com/watch?v=a71WUk6_izE
En algún lugar sobre el arcoiris muy, muy alto...
Hay una tierra de la escuché hablar
en una canción de cuna.
En algún lugar sobre el arcoiris, los cielos son azules
y los sueños que te atreves a soñar
se vuelven realidad.
Algún día pediré un deseo a una estrella
y despertaré muy lejos de las nubes dejándolas atrás,
donde los problemas son como gotas de limón
lejos, muy por encima de las chimeneas,
ahí es donde me encontrarás.
En algún lugar sobre el arcoiris vuelan pájaros celestes.
Los pájaros vuelan por encima del arcoiris,
entonces, ¿por qué yo no podría?
Si los pájaros vuelan alegremente, más allá del arcoiris... ¿Por qué yo no podría?
BeZiLLoS FRoM cRi^^
Lo primero que voy a decirte hoy, ya lo sabes: ¡¡ERES PRECIOSA!! En todos los sentidos. Tienes ua risa que me quita las ganas de llorar y es una de las cosas más bonitas que descubrí en esta vida. Así que ríe mucho, todo lo que puedas. Porque eso alargará tu vida, sí, pero también nos acercará a ambas un poquito más a la felicidad. Cuando tengas ganas de llorar, piensa en los motivos que tienes para reir. Y si no te sale, no te preocupes, me tienes a mi para recordártelos.
Lo segundo: no es una buena época, creo que todos lo hemos notado. Pero tú especialmente te me haces pequeñita, porque parece que todo esto te viene grande, ¿no es cierto? ¡Pues nada más lejos de la realidad! ¿Sabes que creo? Que estás lejos aún de la solución. La ves allá en el horizonte, lejana y pequeñita. Pero según camines, solo un ratito cada día, te irás acercando. La verás más y más grande, más asequible. Y un día, te levantarás, caminarás y habrás llegado a tocarla. Quiero estar siempre contigo para no perderme ese gran día.
Mi niña... Me hace mucho mal verte sufrir, asi que no quiero ni imaginar como te sentirás realmente. Porque nunca me lo dijiste... Se que a veces no quieres hablar de esto. Bueno, seamos sinceros: casi nunca quieres hablar de esto. Y me preocupas, porque no quiero que te lo guardes todo. Tienes que hablar, desahogarte... Ya hemos pasado por esto. Hagámoslo un poco más fácil ¿vale?
En cuanto a mi... ¡Te quiero taaaaaanto! Eres mucho más que una amiga, eres mi hermana, porque hemos vivido tantas cosas juntas que nadie podrá superar esta relación. Ya se que suena a tópico, pero no quiero dejarte nunca. Haga sol o llueva, estemos en el Puerto o en Sevilla, en verano o en invierno, jóvenes o viejas, pero nunca sin ti. Se que no podría seguir...
Pero tú sí. Ha llegado tu momento. Es hora de que te levantes, te limpies las rodillas, cures tus heridas y eches a andar. No te preocupes, yo siempre caminaré a tu lado. Te daré la mano para que no te pierdas y te llevaré en brazos cuando sientas que te vence el cansancio.
Eso sí: tienes que poner de tu parte. Debes querer salir de todo esto. Debes desear con toda tu fuerza dejarlo pasar y, sobre todo, tienes que dejar el pasado donde le corresponde: en capítulos anteriores de tu vida.
Así que hazte este favor: agárrate a tu presente y también a tu futuro y NO te sueltes. No vivas anclada a algo que ya pasó, lucha por mejorar las circunstancias. Sabes que puedes lograr mucho más. Eres muy joven y tienes tanto camino por recorrer... Vendrán tiempos mejores, en los que casi te alegrarás de que experiencias como esta te hicieran más fuerte.
Confío en ti, porque se que puedes hacerlo.
Y te quiero. Como siempre. Eso no cambiará nunca, como no ha cambiado a lo largo de tantos años...
Espero que te guste mi regalo. Con esto he concedido uno de tus deseos y aún me falta el segundo, que llegará antes de que te des cuenta. Soy como tu genio de la lámpara, con el pequeño detalle de que los deseos conmigo son ilimitados. Así que pídeme todo lo que esté en mi mano y te lo concederé.
Casi casi molo más que los Reyes, eeeh? =P
Feliz Noche de Reyes y Feliz día de mañana. El primero del resto de tu vida.
Hoy no dejo una frase de una canción, como viene siendo costumbre en mi blog. Hoy dejo un video, que como no, es también para ti y la traducción de la canción. Es para animarte a buscar tus sueños y para hacerte comprender, una vez más, que me encontrarás siempre, incluso en algún lugar más allá del arco iris, muy por encima de las chimeneas.
http://es.youtube.com/watch?v=a71WUk6_izE
En algún lugar sobre el arcoiris muy, muy alto...
Hay una tierra de la escuché hablar
en una canción de cuna.
En algún lugar sobre el arcoiris, los cielos son azules
y los sueños que te atreves a soñar
se vuelven realidad.
Algún día pediré un deseo a una estrella
y despertaré muy lejos de las nubes dejándolas atrás,
donde los problemas son como gotas de limón
lejos, muy por encima de las chimeneas,
ahí es donde me encontrarás.
En algún lugar sobre el arcoiris vuelan pájaros celestes.
Los pájaros vuelan por encima del arcoiris,
entonces, ¿por qué yo no podría?
Si los pájaros vuelan alegremente, más allá del arcoiris... ¿Por qué yo no podría?
BeZiLLoS FRoM cRi^^
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